PLAZA DE LA SOLEDAD
Antiguos almacenes "La Giralda"
Participaron en su construcción los arquitectos Pinna y Delgado Millán a partir de 1927. Fue construido entre 1923 a 1930, sufriendo unas reformas en 1933. El edificio fue construido con una función de reclamo comercial y publicitario. Su fundador fue D. Manuel Cancho Monge que ya desde 1898 dio vida a este establecimiento comercial. El edificio consta de 2.400 metros cuadrados, de los que 1.500 correspondían a local comercial y el resto a viviendas. Los muros de los almacenes estaban decorados por una colección de cuadros del artista Antonio Juez realizados ex profeso para decorar sus muros y que hoy forman parte de los fondos del Museo Provincial. Destaca también el ascensor y la rejería de los años treinta. Remata el edificio, el Giraldillo que representa a Mercurio, dios romano del comercio. En el exterior del edificio se pueden contemplar una gran variedad de tipos de arcos, principalmente polilobulados.
Edificio "Las Tres Campanas"
El edificio de Las Tres Campanas se construyó en 1899 por encargo de la familia Ramallo para destinarlo a uso comercial. En 1912 sufrió un incendio y fue reedificado en 1917 por Adel Pinna y Curro Franco. El edificio de Las Tres Campanas presenta una fachada de estilo modernista con cuatro plantas.
Este edificio toma su nombre por las campanas del reloj situado en su azotea. En su interior destaca el delicado mobiliario de madera de la época y el ascensor, sucesor del primero que se instaló en la ciudad.
El edificio acogió hasta hace escasos años la más antigua y emblemática de las jugueterías de Badajoz, que tenía el mismo nombre que el inmueble.
José Salar Molina. "Porrina" de Badajoz
El grupo escultórico se levantó en 1987 en honor a José Salazar Molina y es obra de Juan Cuevas Lozano.
José Salazar Molina (Badajoz, 13 de enero de1924 - Madrid, 18 febrero de 1977) conocido artísticamente como Porrina de Badajoz fue un cantante gitano de flamenco español
Porrina consiguió el éxito a los 28 años por las condiciones excepcionales de su voz: velocidad, limpieza, seguridad, musicalidad y eco flamenco, que lo hacían sonar distinto a los demás cantaores. Además, destacó la fuerte personalidad del cantaor y su intuición e inteligencia para fabricarse todo un marketing con su vestuario, gafas y clavel, que lo hacían reconocible e inconfundible.
Cada año en Semana Santa, cuando salía en procesión la Virgen de La Soledad (Patrona de Badajoz), Porrina se acercaba para cantarle a su patrona.
Como anécdota de la gran superstición del cantaor, no le cuadraba el día 13 de su nacimiento, por lo tanto en cuanto tuvo ocasión se cambió la fecha, poniéndose siete días menos, al hacerse el primer carnet de identidad, quedando para los flamencos como regalo de Reyes el 6 de Enero. El Porrina si fue profeta en su tierra en la que consiguió gran número de adeptos y seguidores entre los que destaco a José Carmona Galván fundador del antiguo Bar Doscar y Juan Prudencio Rodríguez, mi padre ( In Memoriam).