GENERAL RAFAEL MENACHO
Nació en Cádiz el 22 de mayo de 1766. A los 18 años ingresó como cadete en el regimiento de la Victoria. La vinculación de Menacho con Extremadura y Badajoz se produce durante la Guerra de la Independencia. Estuvo presente en la batalla de Medellín (28 de marzo de 1809) y en las operaciones de Mérida (en la que recibió un balazo en el muslo izquierdo), Mesas de Ibor, Feria y Jerez de los Caballeros. Tras estas operaciones recibió orden de trasladarse a Badajoz para mandar su guarnición. Su entrada en la ciudad se produjo la madrugada del 10 de marzo de 1810.
Durante el sitio francés a Badajoz, Menacho dirigió con energía y heroísmo la defensa de la ciudad. El 4 de marzo de 1811, mientras dirigía desde el Baluarte de Santiago una salida contra las baterías francesas, resultó muerto cuando una bala de cañón le alcanzó en el vientre. Tras la muerte de Menacho fue elegido José Imaz para dirigir la defensa pero éste optó por capitular ante los franceses.
Menacho fue enterrado en el panteón de canónigos de la catedral. En 1880 se exhumaron sus restos y fueron trasladados al claustro de la catedral donde hoy se encuentra su panteón.
En 1892 se tomó la decisión de erigir un monumento al General Rafael Menacho y Tutlló. Con la colaboración del ejército, ayuntamiento, entidades y ciudadanos se levantó un monumento en su honor en el Baluarte de Santiago, el 2 de mayo de 1893 y además se llamó Calle Menacho a la calle que conduce a él, asimismo la base militar de Badajoz lleva su nombre.
El diseño corrió a cargo de Julio Carande Galán, y fue realizado por los marmolistas Antonio Zoido y Antonio Almendros. Consta de una columna sobre pedestal de ocho metros de altura, realizada en mármol portugués, italiano y de Alconera, la cual está rodeada por cuatro leones de mármol. En el pedestal de la columna aparecen escenas militares alusivas al personaje.