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 LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO

Nao VictoriaNao Victoria

 

 

Causas

Tras la toma de Constantinopla por los turcos en 1453, la Ruta de la Seda quedó interrumpida, con lo que dejaron de llegar a Europa productos de lujo muy cotizados como especias, seda , porcelana, etc. Españoles y portugueses se lanzaron a establecer una nueva ruta hacia Asia sin tener que pasar por territorios dominados por los turcos,  ya que éstos asaltaban las caravanas y los navíos que iban o volvían de Asia. Los portugueses pusieron su empeño en bordear el continente africano, destacando en esta empresa Bartolomé Dias y Vasco de Gama, consiguiendo llegar a la India sobre 1498.

Los españoles intentaron llegar a Asia por el occidente, ya que en esa época eran muchos los que sostenían que la Tierra era redonda y por tanto se podía llegar a la tierra de las especias por el Oeste. Encontraron en su camino un nuevo continente al que llamaban inicialmente las Indias Occidentales pues suponían que era una parte de Asia.

Siendo España y Portugal las mayores potencias en ese momento y para evitar enfrentamientos entre ellos, con el consentimiento del Papa, llegaron a un acuerdo de repartir el mundo en dos partes para su exploración por cada una de las potencias; este acuerdo es conocido como El Tratado de Tordesillas. En él se estableció un reparto de las zonas de navegación y conquista del océano Atlántico y del "Nuevo Mundo" mediante una línea situada 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde, a fin de evitar conflicto de intereses entre la Monarquía Hispánica y el Reino de Portugal.

Este tratado fue muy beneficioso para los portugueses pues casi toda Sudamérica (Brasil) quedaba en manos de Portugal y a España le correspondieron numerosas islas en el Océano Pacífico.

Por ello el rey Carlos V organizó una expedición para encontrar una ruta hacia las islas en el Océano Pacífico que nos habían correspondido en El Tratado de Tordesillas pero sin pasar por dominios portugueses. Por tanto no quedaba otra que buscar un paso desde el Océano Atlántico al Pacífico (Mar del Sur en esos tiempos). El mar al Oeste de América (Mar del Sur) lo había descubierto Vasco Núñez de Balboa tan solo 6 años antes, atravesando por tierra Panamá. Por entonces, la costa atlántica sudamericana ya había sido explorada hasta el Río de la Plata, sin haber encontrado ningún paso al Oeste.​

Una vez se descubriera el paso del Atlántico al Pacífico (Mar del Sur), la expedición se debería dirigir a las Islas de la Especiería, o Islas Molucas , en las que se producían las muy cotizadas especias. Al hacerlo navegando siempre hacia el Oeste, se evitaría incumplir el Tratado de Tordesillas, que establecía una línea de demarcación en el Atlántico -a 370 leguas al Oeste de Cabo Verde- por el que ambos reinos se repartían el mundo por descubrir: Portugal al Este y España al Oeste de dicha línea.

Línea de DemarcaciónLínea de Demarcación

Según el Tratado de Tordesillas, acordado entre los Reyes Católicos y el rey Manuel I de Portugal, se establecía un meridiano de demarcación a 370 leguas al Oeste de Cabo Verde que sería el límite territorial de ambas potencias. La mitad al Oeste será para España y al Este para Portugal.

Ruta de MagallanesRuta de Magallanes

DESARROLLO

La expedición partió de Sevilla el 10 de agosto de 1519 navegando a través del Guadalquivir hasta Sanlúcar de Barrameda donde permaneció fondeada hasta el 20 de septiembre de 1519 fecha en que se inicia el viaje.

La expedición tenía el propósito de abrir una ruta comercial con las islas de las especias por occidente (islas Molucas), buscando un paso entre el océano Atlántico y el océano Pacífico. La componían 239 hombres y cinco naves: Trinidad, Concepción, Victoria, San Antonio y Santiago, al mando de la expedición estaba el navegante portugués Fernando de Magallanes, que tras exponer y ser rechazado su plan al rey portugués Manuel I, se lo propuso al rey español Carlos I que la aceptó, otorgando a Magallanes el título de gobernador y adelantado de todas las tierras que descubriese.

 

* de Sevilla parten 239 tripulantes, de Sanlúcar de Barrameda 244, en Tenerife se embarcan 4 tripulantes mas y uno desembarca, por lo que el total de la expedición es de 247 hombres.

En diciembre de 1519 llegan a la bahía de Santa Lucía, donde se encuentra hoy Río de Janeiro, siguieron bajando por el Atlántico hasta que llegaron al que creyeron que era el paso hacia el Mar del Sur, pero tras 22 días navegando por él, el agua seguía siendo dulce. Estaban en el estuario más grande del mundo, el del Río de La Plata. A este lugar había llegado tan solo 3 años antes Juan Díaz de Solís, con una expedición que también tenía la misión de encontrar un paso al otro lado de América, pero aquí los indios asesinaron, descuartizaron, asaron y devoraron al propio Solís y a otros de sus compañeros, retornando a España el resto.

A partir de aquí todo es territorio desconocido. Nadie antes había llegado a estas costas, así que cada entrante, cada bahía, debe ser explorada. Siguieron bajando bordeando la costa hasta llegar a lo que Magallanes llamó Patagonia. Debido a que se avecinaba el invierno austral, Magallanes decidió pasarlo en una bahía ubicada a 49° de latitud sur, a la que bautizaron como «puerto de San Julián», por haber llegado allí el día de San Julián de Cesarea. Al escasear las provisiones fue necesario hacer un primer racionamiento de víveres, lo que dio lugar a un amotinamiento en tres de las cinco naves. Magallanes somete a juicio a los rebeldes. Luis de Mendoza fue declarado traidor y su cuerpo fue descuartizado. Gaspar de Quesada fue decapitado y descuartizado. Juan de Cartagena y el clérigo Pedro Sánchez de la Reina fueron condenados al destierro y abandonados en la costa desolada de la misma bahía. Al resto de sublevados, no tiene más remedio que perdonarlos dado que les necesitaba para el gobierno de las naves. Entre los amotinados estaba Juan Sebastián Elcano, que en el levantamiento tomó el mando de la nao San Antonio después de que los sublevados prendieran a su capitán, Álvaro de Mezquita, el cual se había hecho cargo de la nao  San Antonio sustituyendo a Juan de Cartagena, que había sido arrestado por Magallanes cuando la flota se encontraba en la costa de África por faltarle al respeto. 

Magallanes decide permanecer en Puerto de San Julián durante 148 días, un período muy prolongado, y esto no se entiende por parte de muchos expedicionarios.

Durante este período se produce otro importante suceso: la nao Santiago, al mando de Juan Serrano, había sido enviada a explorar algo más al Sur mientras los demás permanecían en el Puerto de San Julián. Al parecer encalla estando anclada por la gran oscilación de la marea, perdiéndose la nave, aunque son capaces de recuperar la mayor parte de los enseres y víveres que contenía el buque. Dos hombres harán de forma muy penosa a pie el camino desde Puerto de Santa Cruz, donde esto ocurrió, hasta Puerto de San Julián, para avisar al resto de la expedición, que acudirán de inmediato en su recate. En este Puerto de Santa Cruz estarán otros 53 días más.

Tan solo tres días después de partir de Puerto Santa Cruz, el 21 de octubre de 1520, descubren el Cabo Vírgenes y se empiezan a adentrar, sin todavía saberlo, en el ansiado paso al Mar del Sur.

 Esa misma noche, una terrible borrasca de 36 horas aleja a la San Antonio y a la Concepción hacia lo que parecía ser el fondo de una bahía. Parecía que irremediablemente iban a encallar. Sin embargo, allí encuentran un canal angosto y pasan adelante. A continuación, se les abre una nueva bahía, y de nuevo otro canal al frente. Mientras, la Victoria y la Trinidad dejan de verlos y esperan en la boca de la primera bahía. A los tres días "mientras estábamos en esta incertidumbre sobre su muerte -de las tripulaciones de la Concepción y la San Antonio- los vimos venir hacia nosotros, singlando a toda vela y con los pabellones desplegados, y cuando estuvieron más cerca saludaron con descargas de las bombardas y prorrumpieron en exclamaciones de júbilo. Hicimos nosotros lo mismo, y al saber que habían visto la continuación de la bahía, o mejor dicho, del estrecho, todos juntos dimos gracias a Dios y la Virgen María, y proseguimos la ruta" (Pigafetta).

Desde el 21 de octubre y el 18 de noviembre de 1520, es decir, 28 días les llevó atravesar el estrecho que une los dos océanos. Cruzarlo fue muy difícil, dado lo complicado de la costa. Para ello una nave se adelantaba en exploración buscando el mejor camino y volviendo sobre sus propios pasos para hacerse seguir por el resto hasta la zona explorada. Una vez terminadas estas minuciosas etapas consiguieron salir del «laberinto» hacia el océano Pacífico. Magallanes lo bautizó como «estrecho de Todos los Santos», aunque actualmente se conoce como estrecho de Magallanes, por haber sido su expedición la primera europea en cruzarlo. Los españoles avistaron mientras navegaban por el estrecho numerosas hogueras en la costa sur, encendidas por los indígenas que habitaban ese territorio. Es por ello que los españoles denominaron al mismo "Tierra del fuego".

Esteban Gómez, piloto de la nao San Antonio, recomienda a Magallanes volver a España a informar al rey del descubrimiento del paso interoceánico, a lo que Magallanes se opone. El 1 de Noviembre de 1520, Esteban Gómez se subleva, depone al capitán de la Nao San Antonio (Álvaro de Mezquita), asume el mando y ordena poner rumbo a España por la ruta de Guinea, llegando a Sevilla el 6 de mayo de 1521, donde fueron encarcelados y sometidos posteriormente a juicio.

A su llegada declararán haber acudido al rescate de los dos desterrados por Magallanes con anterioridad, aunque sin éxito. Informaron del descubrimiento del Estrecho, y poniendo al corriente al Emperador de los excesos de autoridad de Magallanes. Carlos I dará crédito a los testimonios de los desertores, poniéndolos en libertad y suprimiendo la paga a Beatriz Barbosa, esposa de Magallanes. La puesta en libertad de los desertores sucede tras la llegada de la Nao Victoria a Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522 y los 18 supervivientes al mando de Juan Sebastián Elcano contasen su terrible experiencia.

​Al ser la nave San Antonio la  más grande y mejor aprovisionada de la flota, provocó grandes perjuicios al resto de la tripulación en su travesía por el océano Pacífico. Existe una versión muy difundida en la que se afirma que en su viaje de regreso a España,  Esteban Gómez pudo haber descubierto el archipiélago de las Malvinas (a las que habría denominado «islas de San Antón»), si bien en el juicio que se le hizo por esa deserción no se menciona este hecho sobre las Islas Malvinas. Pero por otra parte se sabe que Esteban Gómez entregó al cartógrafo Diego Ribero en 1529 un indígena capturado en su viaje por Sudamérica, y al parecer Ribero obtuvo de ese indígena el relato de que se habían tocado esas islas.

Si desea saber más sobre Esteban Gómez haga clic aquí.

Las tres naves restantes (Trinidad, Concepción y Victoria) pasan varios días buscando a la nao San Antonio pensando que se habría perdido.

El 21 de noviembre de 1520 surcaba la armada de Magallanes, por primera vez, aquel mar del Sur que, por lo serena y tranquila que estaba su superficie, recibió el nombre de «Pacífico». La travesía del Pacífico se inicia buscando ganar latitudes más cálidas, poniendo rumbo noroeste, nordeste y norte. Se acercan mucho a la costa a la altura de la futura ciudad de Concepción (Chile), aunque sin parar continúan viaje por fin al noroeste para atravesar el Océano. No parar a avituallarse aquí fue, a la postre, un gran error.

La climatología y los vientos les resultan favorables, recorriendo una gran distancia cada día. La mala suerte de Magallanes quiso que en el largo derrotero de tres meses por el océano Pacífico, entre el estrecho de Magallanes hasta su llegada a las islas Marianas, no descubriera ningún punto de tierra firme, por lo que la hambruna y el escorbuto azotaron a su tripulación, hasta el punto de que se pagaban cuantiosas monedas por una simple rata para devorar. El agua se corrompió y los hombres comían incluso cuero reblandecido y serrín.

"La galleta que comíamos ya no era más pan sino un polvo lleno de gusanos que habían devorado toda su sustancia. Además, tenía un olor fétido insoportable porque estaba impregnada de orina de ratas. El agua que bebíamos era pútrida y hedionda. Por no morir de hambre, nos hemos visto obligados a comer los trozos de piel de vaca que cubrían el mástil mayor a fin de que las cuerdas no se estropeen contra la madera... Muy a menudo, estábamos reducidos a alimentarnos de aserrín; y las ratas, tan repugnantes para el hombre, se habían vuelto un alimento tan buscado, que se pagaba hasta medio ducado por cada una de ellas... Y no era todo. Nuestra más grande desgracia llegó cuando nos vimos atacados por una especie de enfermedad que nos inflaba las mandíbulas hasta que nuestros dientes quedaban escondidos...." Antonio Pigafetta. Relación del primer viaje alrededor del mundo.

El 6 de marzo de 1521, cuando ya la tripulación estaba diezmada por el hambre, abordaron la isla de Guam, perteneciente ahora al archipiélago de las islas Marianas, que ellos llamaron «islas de los Ladrones».

La isla resulta estar muy poblada, con isleños que acuden en canoas a las naos, y ante el asombro de los expedicionarios, suben a las naves y se llevan todo cuanto pueden. "Los isleños venían a nuestros barcos y robaban tan pronto una cosa como la otra, sin que pudiéramos impedirlo". "Por lo maravillados y sorprendidos que quedaron al vernos, estos ladrones creían, sin duda, ser los únicos habitantes del mundo." (Pigafetta).

El 16 de marzo llegaron a Sámar, lo que significó que fueran los primeros europeos en avistar las islas Filipinas, a las que Magallanes llamó «islas de San Lázaro». Para Magallanes era muy importante mantener una paz estratégica con los indígenas. Para asegurar una alianza con un jefe indígena de la región, Magallanes se propuso derrotar a su enemigo Lapulapu, el jefe de la isla de Mactán. Antes del ataque, Magallanes envió emisarios a Lapulapu para que cesara en su empeño de combatir y se sometiera al cristianismo y a la Corona española, oferta que Lapulapu rechazó, siendo así considerado aún hoy un líder independentista en Filipinas.

En la madrugada del 27 de abril de 1521, Magallanes y cincuenta de sus hombres llegaron a la playa de Mactán para luchar contra Lapulapu y mil de sus hombres. Magallanes estaba tan seguro de su victoria que pidió a los otros capitanes que no se involucraran en la lucha.​ Como la marea estaba baja tuvieron que dejar los barcos lejos de la costa, por lo que no pudieron descargar sus cañones, sus armas más fuertes. Esto sumado a que Magallanes y sus hombres llegaron agotados por haber tenido que caminar casi un kilómetro por el agua. Ya en la playa, a medida que avanzaba la batalla, los hombres de Magallanes empezaban a quedarse sin municiones y los de Lapulapu avanzaban. Los españoles perdieron la batalla y Magallanes perdió la vida en combate sin haber llegado siquiera a las Molucas, las islas de las especias, que se encontraban a solo unos días.​

A su sucesor, Duarte Barbosa, lo mataron a traición en Cebú, junto a treinta de sus hombres en un banquete trampa organizado por el rajá. El resto de la expedición decidió abandonar Cebú y en la isla Bohol acordaron, al solo quedar 116 hombres para gobernar las tres naves, quemar la que en peor estado se encontraba, que era la Concepción, distribuyéndose entre las otras dos naos (Trinidad y Victoria). También se decidió nombrar como jefe de la expedición a Juan López de Carvalho, hasta entonces piloto mayor de la flota. Tienen noticias de la riqueza de la cercana Brunéi, en la isla de Borneo, donde acuden.  Brunéi efectivamente resulta contar con una gran población, y con un grado de civilización muy superior al de los lugares que han visitado hasta entonces. Son bien tratados allí, pero terminan mal: al ver cómo acudían cerca de las naos entre cien y doscientos praos -canoas con balancín- con unos mil hombres en ellas, se asustan y las atacan, causando varios muertos y tomando prisioneros. Sin embargo, pronto se esclarece que los praos no tenían intención de atacar a los españoles, sino que venían celebrando haber ganado una misión de guerra. Fue un error que terminó con las buenas relaciones, y con los españoles saliendo de allí precipitadamente, incluso sin esperar al pequeño grupo de expedicionarios que estaban en tierra en ese momento, que quedaron allí abandonados y entre los cuales se encontraba el propio "hijito" de Carvalho que habían recogido en Brasil.

​Hay un acuerdo por el que cesan a Lopes Carvalho de la capitanía general, que es asumida por el alguacil Gonzalo Gómez de Espinosa, quien desde la salida de Cebú ya había desempeñado la función de capitán de la nao Trinidad. Por su parte, Juan Sebastián Elcano es nombrado capitán de la nao Victoria

El 18 de diciembre de 1521, con las dos naves cargadas de clavo, se dispusieron para partir de regreso a España. Sin embargo, ese mismo día se descubrió una vía de agua en la Trinidad, haciendo necesaria una larga reparación. Se acordó que la Victoria volviera a España por la ruta de la India y que la Trinidad se quedase en el puerto de Tidore para ser reparada y regresar por el Pacífico hasta El Darién, actual Panamá,  único lugar de la costa pacífica americana en posesión española por entonces -y cerca de donde Balboa lo descubrió-.

El día 21 la Victoria partió en solitario hacia el oeste.​ El 5 de febrero de 1522 desertaron el joven grumete de la Victoria, Martín de Ayamonte, y el soldado Bartolomé Saldaña, que abandonaron “sin ser sentidos” la Victoria en la isla de Timor, donde la nave estaba fondeada. Al ser apresado por los portugueses, el grumete hizo una relación del viaje que ha sido recientemente descubierta y contiene detalles hasta ahora ignorados. Ver el enlace del grumete que desertó en la sección Enlaces Web.

A comienzos de abril la nao Trinidad estaba por fin reparada, y se cargó esta vez con unos mil quintales de clavo -200 menos que antes-. El 6 de abril zarpó con 55 hombres, dejando allí a cuatro españoles al cargo de un depósito de clavo, con varias piezas de artillería para que pudieran defenderse de un hipotético ataque portugués.

Una enorme tormenta de doce días de duración dejó la nave destrozada y casi ingobernable. Dieron la vuelta y tras descubrir las 14 islas Marianas, y fallecer en el mar 31 hombres por falta de alimentos, los portugueses les apresaron cerca ya de Ternate, con tan solo 20 supervivientes a estas alturas. Remolcaron la nao hasta Ternate, donde se hundió al proceder a descargarla. Los supervivientes fueron hechos prisioneros, y tratados con extrema dureza, obligándoles a realizar trabajos forzados, que continuaron en Java, Malaca y Cochín. Fallecieron casi todos. Uno de ellos consiguió volver a España por sus medios a bordo de una nao portuguesa: el marinero Juan Rodríguez "El Sordo", quien no sabemos si era realmente sordo, pero sí nos podemos hacer una idea de su gran astucia para conseguir volver. Otros cuatro fueron llevados todavía presos a Portugal: el propio Espinosa, Ginés de Mafra, el piloto genovés León Pancaldo y el lombardero Hans Vargue, que murió allí. El Emperador rescataría a estos tres supervivientes, que regresarían a España en 1527.

Elcano y su grupo de hombres demuestran una audacia extraordinaria por cómo se plantean la vuelta. Tienen un objetivo fundamental cuando salen de Timor: llegar a España navegando hacia el Oeste, evitando las rutas portuguesas para evitar ser apresados, para lo cual no harán escalas y viajarán alejados de la costa. Y si lo consiguen, serán los primeros en completar la vuelta al mundo. 

Elcano sabe que es una misión casi suicida, en la que se va a enfrentar a un océano desconocido hasta entonces en las latitudes Sur que se propone recorrer -el Océano Índico y, de hecho, estará a punto de descubrir Australia-, tendrá que doblar el temido Cabo de Buena Esperanza, con fama de ser uno de los que las corrientes y los vientos son siempre imposibles para la navegación, y después deberá remontar el Atlántico, alejado siempre de la costa. Pero la ilusión no sólo por volver, sino por saberse los primeros en dar la vuelta al mundo y por entrar así en la Historia llevará a estos hombres a alcanzar su objetivo, aunque no sin imprevistos y, por supuesto, sin un sufrimiento extremo y el acecho de una muerte casi segura.

El Océano Índico les recibe inicialmente con vientos flojos, propios de las latitudes ecuatoriales en que se encuentran. Derrotan hacia el Suroeste, buscando desde el primer momento ese Sur que les aleja de la posibilidad de encontrarse con expediciones portuguesas. Conforme van ganando Sur, el mar se va volviendo cada vez más hostil. Los vientos y las corrientes no les van a ser favorables casi en ningún momento en el Índico.

El Océano Atlántico les trae vientos muy propicios. Sin embargo, la extrema dureza de la singladura y la escasez de alimentos empiezan a causar fatales consecuencias en la tripulación. Se producen muertes prácticamente a diario y este ritmo morirán todos pronto. Elcano se ve obligado a tomar una decisión contraria a su intenciones: acercarse a la costa para avituallarse. Están cerca de Guinea. Pero tienen muy mala suerte, porque no hallarán más que manglares, bosques de árboles resistentes al agua salada que crecen en los bajíos de las desembocaduras de los grandes ríos de esta zona, lo cual les impide acercarse a tierra firme. Persisten en ello, dedicando desde el 14 de junio al 1 de julio a recorrer estas costas africanas en busca de un lugar donde detenerse, sin éxito. Y las muertes siguen.

Ante tal situación, el 1 de julio Elcano somete a votación entre los supervivientes qué hacer, si continuar viaje a España sabiendo que quizá mueran en el intento, o recalar en las Islas de Cabo Verde, de las que están muy cerca, pero donde se encuentran los portugueses a los que tanto temen. Deciden ir allí, pero tratando de engañarles, diciéndoles que vuelven de América y la avería del trinquete les ha forzado a pedirles ayuda. 

El 9 de julio llegan a las islas de Cabo Verde. La Victoria fondea, y parte de la tripulación acude a la costa a bordo de su bajel para traer provisiones. Los portugueses atienden de buena fe a los expedicionarios y les proveen de alimentos y agua.

Aquí escriben sobre su extrañeza al ver que los portugueses dicen que están a 10 de julio, mientras que según su cuenta es día 9. Más tarde averiguarían que al haber dado la vuelta al mundo hacia poniente habían perdido un día.  Al respecto, Pigafetta nos deja una bonita cita: "Después supimos que no existía error en nuestro cálculo, porque navegando siempre hacia el oeste, siguiendo el curso del sol y habiendo regresado al mismo punto, debíamos ganar veinticuatro horas sobre los que permanecían en el mismo sitio; y basta reflexionar para convencerse de ello."

Pero los expedicionarios no van a encontrar aquí descanso. Los portugueses enseguida les van a descubrir. A los tres días de permanecer en Cabo Verde, el bajel que se había acercado nuevamente al puerto no volvía. Las autoridades de la isla habían descubierto la verdad y estaban reteniendo a los 13 hombres que en él iban -pocos meses después el Emperador Carlos V conseguiría su rescate-. Al parecer, los españoles habían pretendido comprar algunos esclavos para aliviarles en la labor de achicar agua con las bombas, algo que desde hacía días les estaba extenuando debido a una vía de agua que se había abierto en el casco de la Victoria y que no podían reparar. Y para realizar el pago cometieron el error de usar clavo. Los portugueses enseguida les descubrieron.

En la Victoria aguardaron toda la noche la vuelta de sus compañeros navegando cerca de la isla, y temiéndose lo que estaba ocurriendo. Por la mañana del día siguiente se acercaron al puerto, donde acudió una embarcación portuguesa que les avisó de que sus compañeros habían sido detenidos, y que las autoridades les pedían entregar la nave. Elcano larga velas inmediatamente, emprendiendo así la huída. Son muy pocos para gobernar la nao, pero tendrán que arreglárselas. Y decide despistar a los portugueses. El camino de vuelta se conoce como volta do mar, y fue descubierto en el siglo XV por los portugueses en sus viajes de exploración de la costa africana. Consiste en cruzar la banda de alisios en dirección Noroeste hasta las Azores, o más adelante en función de cómo afecte el anticiclón que siempre encontraremos por allí, para después virar al Este camino de Portugal. Elcano sigue fielmente esta ruta. Tendrá que atravesar el archipiélago de las Islas Azores, que no suponían peligro pese a también ser portuguesas, puesto que era la ruta normal para la vuelta desde América para los barcos españoles. El viento le ayuda y lo hace a gran velocidad, sin cruzarse con ningún barco. 

Por fin la nao Victoria regresa a la costa española y recala en Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522. El mismo día de la llegada tomó a su servicio un barco para remolcar la Victoria por el Guadalquivir hasta Sevilla, por el mal estado en que se encontraba la nave. Dos días después atracaba en Sevilla. En el muelle esperaban las autoridades de la ciudad y los miembros de la Casa de la Contratación en pleno, junto a un numeroso público que contemplaba la llegada de la desvencijada nave. Aquel día los navegantes no desembarcaron. Solo lo hicieron a la mañana siguiente, en camisa y descalzos, con cirios en las manos y en procesión. Se dirigieron a la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y a la capilla de la Virgen de la Antigua de la Catedral de Sevilla, a la que se habían encomendado antes de iniciar el viaje. La nao Victoria fue descargada.

El capitán de la nave Victoria fue recibido por el joven emperador Carlos V, quien aprovechó el importante evento como una prenda muy apreciada para el imperio que estaba consolidando. Con amplitud de miras, la corona española explotó el efecto sicológico del regreso de los marineros pues se abrían así nuevos horizontes al imperio español. El emperador otorgó a Elcano un título nobiliario y un escudo de armas en el que figura un globo terráqueo con un lema en latín Primus Circumdedisti Me, es decir, el primero que me circundaste. De inmediato se hicieron preparativo para regresar a la Molucas, con el ánimo de arrebatar el tesoro a los portugueses.

Con el valor de  la carga de clavo que trajo la nao Victoria quedaba mas que financiada toda la expedición de Magallanes.

De los 247 tripulantes que componían la expedición, sólo regresaron 18. De las cinco naves iniciales sólo regresó La Victoria tras mas de tres años de aventura y penalidades.

El nombre de los 18 valientes que regresaron al puerto de Sanlúcar de Barrameda los puede leer en la placa conmemorativa que hay en una de las paredes externas del antiguo Ayuntamiento de Sanlúcar, hoy biblioteca.

Estos dieciocho hombres recalaron en Sanlúcar de Barrameda a bordo de la Victoria el 6 de septiembre de 1522. Fuente  https://es.wikipedia.org/wiki/Expedici%C3%B3n_de_Magallanes-Elcano

Consecuencias

* Queda demostrada la esfericidad de La Tierra. Es considerada  una de las mayores hazañas de la historia de la humanidad y pone en conocimiento las verdaderas dimensiones del globo terráqueo y de sus océanos.  Las antiguas ideas y leyendas medievales de un mundo plano y océanos plagados de monstruos quedan completamente desechadas.

* "Se inicia una red de intercambios intercontinentales, que fueron humanos, biológicos, agropecuarios, culturales y económicos. Podemos hablar con propiedad de la primera globalización a partir de este acontecimiento."

* "Sabemos que, tras la llegada de los supervivientes a España, las aspiraciones de España sobre las Molucas sólo se extendieron durante la década de los años veinte, pues tras la falta de acuerdo en las conversaciones portuguesas (particularmente las celebradas en Badajoz y Elvas, en las que participó el propio Elcano) y el tremendo fracaso de la nueva armada mandada por frey García Jofre de Loaysa (donde además perdería la vida Juan Sebastián Elcano), Carlos V renunciaría a las Molucas a favor de Portugal por el tratado de Zaragoza de 22 de abril de 1529, sin que nunca se hiciese efectiva la cláusula de reversión estipulada en el mismo." (fuente:https://cronicaglobal.elespanol.com/letra-global/el-dossier/primera-vuelta-mundo-gesta-iberica_167207_102.html)

* La tensión entre las consideradas en ese momento histórico como primeras potencias mundiales, es decir, España y Portugal, aumenta considerablemente, pues Portugal se siente agraviada y considera que España ha violado el Tratado de Tordesillas al considerar que las islas Molucas ( las islas de las especias) quedaba en la parte del globo terráqueo que le había correspondido en dicho tratado. Para solventar dichas diferencias se crea una comisión de trabajo que tendrá que decidir a qué país pertenecen Las Molucas. Esta comisión se reúne en Badajoz y Elvas, cuenta con la presencia del propio Juan Sebastián Elcano, pero tras muchas deliberaciones no llegan a ninguna conclusión. Saber más

 * España, ya con el rey Felipe II pudo establecer su soberanía sobre las Islas Filipinas , llamadas así en su honor, que servirían para extender la influencia española por todo Extremo Oriente y por la Micronesia (con la ocupación en el siglo XVII de las Islas Marianas, que sirvieron de etapa para las travesías hispanas desde Asia a América, y de las Islas Carolinas y Palaos, retenidas por menor tiempo). De este modo, el archipiélago filipino pudo convertirse en el centro de un comercio transpacífico que unió a la China con el virreinato de México durante 250 años mediante el llamado Galeón de Manila (o nao de Acapulco o nao de China). 

Enlaces web

El Periódico El País: El grumete que desertó

La Gesta de los Pioneros (Web de RTVE)

Ruta de Elcano

Expedición Fernando  de Magallanes (vídeo de Youtube)

 

Sabías que...

Juan Sebastián Elcano estuvo en Badajoz

Juan Serrano, capitán de la nao Santiago, era de Fregenal de la Sierra