PUERTA DEL METIDO
Puerta del Metido
La Puerta del Metido fue construida por los Almohades en el curso de la ampliación realizada en el siglo XII. Al igual que la Puerta de Yelves, la Puerta del Metido se localiza en el punto en el que la ampliación Almohade se une con la vieja Alcazaba. La puerta comunicaba con el barrio situado en la ladera Oriental del Cerro de la Muela y también con las fértiles tierras de la vega del Guadiana.
La puerta es una las más complejas e interesantes de la Alcazaba. En primer lugar delante de la muralla principal, y de la propia puerta, se construyó la barbacana que contaba con una puerta en recodo. Tras superar la barbacana se llegaba a la muralla principal en la que se abría la Puerta del Metido propiamente dicha que está organizada en dos tramos. El primer tramo es una puerta en recodo que se desarrolla en el interior de una torre. Tras pasar este primer tramo se pasaba a un patio abierto y a continuación se desarrolla un segundo recodo.
En el siglo XVIII se construyó un polvorín en la liza o espacio comprendido entre la barbacana y la muralla principal y adosado a la cara exterior de esta última. El acceso a la liza y por tanto al polvorín se realizaba por la Puerta del Metido.
Durante el segundo sitio aliado contra Badajoz (en ese momento bajo dominio francés, 1811) los británicos bombardearon la muralla del Metido y consiguieron abrir una brecha en ella pero al no lograr tomar la ciudad se vieron obligados a retirarse. Tras levantar el sitio, los franceses en lugar de reparar la brecha construyeron un nuevo muro delante de ella y ese nuevo muro obligó a derribar el polvorín del Metido y cegar la puerta almohade. Los franceses también terraplenaron la zona intramuros del Metido y sobre el terraplén montaron una batería de cañones. A partir de este momento la puerta quedó inutilizada aunque el pasillo que se había utilizado para acceder a la liza se siguió utilizando como polvorín.
Con el paso del tiempo, la puerta cayó en el olvido hasta que en los años 50 del siglo pasado el arquitecto y restaurador de la mezquita de Córdoba, D. Félix Hernández, realizó excavaciones en la Alcazaba y la puso al descubierto pero los trabajos de Félix Hernández fueron ignorados y hasta la campaña de excavación del año 2011, realizada durante las obras de rehabilitación de la primera fase de la Alcazaba, no volvió a redescubrirse, si bien, la falta de presupuesto impidió culminar la excavación del conjunto de la puerta.