162418012
La versión de su navegador no está debidamente actualizada. Le recomendamos actualizarla a la versión más reciente.

PUERTA DEL ALPÉNDIZ

Toore de la Puerta del AlpéndizToore de la Puerta del Alpéndiz

La Puerta del Alpéndiz es una de las cuatro puertas en recodo de la Alcazaba (P. del Alpéndiz, P. del Capitel, P. de Yelves y P. del Metido) . Está diseñada para que el acceso se efectuase mediante un giro de 90º hacia la izquierda. El diseño acodado dificultaba el acceso a los posibles invasores y al tiempo facilita la defensa de la misma.

La puerta es el resultado de una larga evolución. En un primer momento era una puerta de acceso directo flanqueada por dos torres. Unos autores sostienen que fue abierta por los marwánidas y otros la adscriben al periodo afatsí (taifa). Así mismo, unos autores consideran que las torres que flanqueaban esta primitiva puerta eran prismáticas y otros defienden que eran semicilíndricas y fueron forradas después y transformadas en torres prismáticas. En todo caso, esta primera puerta fue reformada y transformada en puerta en recodo. Tradicionalmente se consideraba que dicha transformación fue obra de los Almohades, pero hoy no se descarta que fuese obra de los Almorávides.

La torre es maciza en la parte inferior. A la altura del adarve contaba con una estancia cubierta con una original sistema de bóvedas que se apoyaban en un pilar central. Sobre esta dependencia estaba la azotea almenada que no se ha conservado, pues tanto las almenas de la torre como las del patio son fruto de una restauración del siglo XX.

Tras la conquista cristiana, la tapia con la que se construyó la puerta quedó oculta bajo un forro de mampostería, parches de ladrillo y una decoración esgrafiada que imita sillería (falsa sillería). En el patio de la puerta destaca una cruz de pasión muy similar a la que se encuentra en la entrada de los subterráneos de la casa de Gómez de Solís.

El arco de herradura de la portada exterior fue retallado para ampliar su luz y facilitar el paso de carruajes por ella. En la campaña de excavaciones del año 2012 se ha restituido su trazado original.

La Puerta del Alpéndiz comunicaba la alcazaba con el arrabal que se extendía por la parte inferior de la ladera próxima al arroyo del Rivillas (Arrabal Oriental). Fue durante años una de las puertas más importantes de la alcazaba, si bien, cuando Gómez de Solís construyó su casa fuerte junto a ella (1464-1470), la puerta quedó integrada en dicho inmueble y cerrada al tránsito de los vecinos. Los subterráneos que están adosados a la cara interior de la puerta formaron parte de la casa de Gómez de Solís.

Junto a la puerta se abre un portillo de acceso directo con arco de medio punto de ladrillo y doble sistema de cierre (rastrillo y batientes). Es posible que este portillo se abriese para mantener un acceso a la alcazaba en este sector una vez que Gómez de Solís ocupó la Puerta del Alpéndiz, no obstante, debemos apuntar que la cronología del portillo no ha sido establecida con un mínimo de certeza.

Con la construcción del Semibaluarte de San Antonio, finales del siglo XVII, la Puerta del Alpéndiz fue tapiada y terraplenada, de modo que el portillo quedó como único acceso a la alcazaba. Asimismo los subterráneos de la casa fuerte de Gómez de Solís se habilitaron como polvorines y el propio patio de la puerta, una vez terraplenado hasta la altura del adarve, se utilizó como plataforma de artillería con cañoneras en los lados Norte, Sur y Este.

La puerta fue redescubierta por Cánovas Pesini en los años 30 del siglo XX, pero su actual configuración se ha realizado en la última campaña de rehabilitación de la alcazaba.

Portillo de acceso directoPortillo de acceso directoPortillo de acceso directo junto a la Puerta del Alpéndiz

El muro del Alpéndiz se extiende desde la puerta del mismo nombre hasta la carretera de circunvalación. El muro, de unos 80 cm. de ancho, está construido con tapias y rafas de piedra sobre un zócalo de mampostería.

La cronología es objeto de discusión. Fernando Valdés señala que es de origen islámico, y fue construido durante el periodo aftasí para cercar el Arrabal Oriental. Cuando el arrabal se despobló, los Almorávides aportillaron sus murallas, que fueron después reconstruidas por los Almohades.

Frente a esta hipótesis, no debemos descartar que fuese construido por orden de Isabel la Católica (17 de julio de 1477) en el contexto de la guerra con Juana la Beltraneja. Dicho muro de atajo se construyó para dejar extramuros una amplia zona de la ciudad que estaba despoblada.

Las murallas medievales que el muro del Alpendiz dejó extramuros se fueron deteriorando, aunque no llegaron a desaparecer, pues tanto Rodrigo Doma (siglo XVI) como José de Gabriel (siglo XIX), hacen referencia a ellas y todavía son visibles algunos muñones de las mismas.

El extremo Este del muro, el más cercano a la carretera de circunvalación, es diferente al resto de la obra, y pudiera ser del siglo XVIII. Así mismo en el siglo XVIII se construyó en esta zona del muro un cuartel que servía de cuerpo de guardia a la caballería.

Extremo Este del muroExtremo Este del muro