BRECHA DE LAS AGUAS
En el tramo de la Alcazaba comprendido entre las puertas de la Coracha y el Metido distinguimos tres elementos:
- la Brecha de las Aguas
- la Torre de Las Siete Ventanas
- escalera monumental
Los temporales del invierno que media entre los años 1762 y 1763 arruinaron la muralla de la Alcazaba situada al Oeste de la Torre de las Siete Ventanas. Los enormes bloques de tapial de la muralla Almohade arrastrados por el agua todavía pueden verse en la ladera que separa la Alcazaba de la carretera de circunvalación.
La reparación de la brecha fue obra del ingeniero Pedro de Bordan que presentó como solución un muro atenazado apoyado en la Torre de las Siete Ventanas. José de Gabriel asegura que el cierre de la Brecha se realizó en 1767. El muro que cerró la brecha, conocido como la brecha de las Aguas, es perfectamente reconocible dada su diferencia con el resto del fábrica de la Alcazaba.
LA TORRE DE LAS SIETE VENTANAS
La torre cubría el ángulo NE de la ampliación de la Alcazaba realizada por los Almohades en el siglo XII. Cuenta con un pequeño postigo en su cara norte pero el acceso al mismo está cegado. La torre, además de cubrir el ángulo NE de la Alcazaba, sirve para salvar la enorme diferencia de cota entre la muralla Norte y la Este y por ello en la cara Sur de la torre tiene adosada una escalinata.
La torre es conocida popularmente como Torre de la Horca pues uno de los apliques de hierro de la torre se viene relacionado con la horca, aunque cuando se ejecutaba la pena por ahorcamiento se levantaba un patíbulo para cada ejecución que se situaba, habitualmente, en la Plaza Alta, si bien, una tradición local muy arraigada mantiene que algunos reos eran posteriormente colgados en el aplique de hierro de la Torre de las Siete Ventanas que hemos mencionado.
La torre también es conocida como Torre de la Siete Ventana. Este topónimo está vinculado a una leyenda que trata de los amores entre un guerrero cristiano y una “princesa mora”.
Es una de las obras más singulares de la Alcazaba que se localiza en la ampliación realizada por los Almohade en el siglo XII y fue descubierta durante la campaña de excavación del año 2011. Se trata de una escalera monumental de tramos convergentes compuesta de cuatro arcos, si bien, dada la pendiente del terreno en el que se asienta es muy posible que contase con cinco.
Durante los siglos XIX y XX la zona de la escalera fue terraplenada y enterrada, si bien, su arco central se habilitó temporalmente como polvorín.