FUERTE DE SAN CRISTÓBAL

Los cerros de San Cristóbal y la Muela son dos cerros gemelos situados uno frente al otro y separados por el río Guadiana. El fuerte ocupa el primero y la ciudad de Badajoz se extiende por el segundo.

El fuerte se construyó durante la guerra con Portugal (guerra de Restauração, Aclamação, Secesión o de la Independencia de Portugal, 1640-1668). Cuando estalló la guerra, el progreso que habían alcanzado las armas de fuego hacia que las murallas medievales que protegían Badajoz fuesen prácticamente inútiles, por ello, fue preciso reforzar la muralla con nuevas obras de diseño abaluartado y sobre todo fortificar cerro de San Cristóbal pues si los portugueses conseguían apoderarse de él la ciudad y sus murallas quedaban a su merced y la defensa resultaría prácticamente imposible.

Plano de Badajoz del Krigsarkivet Siglo XVII

Las obras del fuerte comenzaron en mayo de 1641 y se construyó rodeando la ermita de San Cristóbal que en ese momento se levantaba en el cerro. No obstante los temporales arruinaron las primeras obras y en 1643 se inició su reconstrucción aunque las obras continuaron los años siguientes. En el plano de Badajoz del Krigsarkivert, fechado a mediados del siglo XVII, podemos ver la primera imagen del fuerte cuya planta básica ha mantenido hasta la actualidad.

Como hemos dicho, San Cristóbal era la llave de Badajoz y los portugueses intentaron apoderarse de él pero todos los intentos fracasaron. La intentona más seria se desarrolló durante el sitio de 1658. En esa ocasión, y pese al duro castigo artillero que sufrió el fuerte, el asalto portugués fracasó y también el sitio. Después del sitio se realizaron nuevas obras para convertir al fuerte en una obra cada vez más sólida y mejor defendida, como así lo demuestra el plano de Lorenzo Possi (fechado a finales de la guerra).

Plano de Lorenzo Possi fechado a finales de la Guerra con Portugal (1668)

En el siglo XVIII se presentaron distintos proyectos para mejorar la fortificación de San Cristóbal pero la mayor parte de ellos no se materializaron. Uno de las pocas obras fue la reconstrucción del semibaluarte S.E. realizada en 1741.

Con motivo de la Guerra del Independencia Española 1808-1814, las fortificaciones de la orilla derecha (cabeza de Puente y San Cristóbal) resultaban vitales para asegurar las comunicaciones con Portugal. No obstante cuando los franceses atacaron Badajoz (26 de enero de 1811) el fuerte no había experimentado mejoras significativas y los franceses tras un duro sitio consiguieron forzar la capitulación de Badajoz el 10 de marzo de 1811.

El 4 de mayo los aliados (británicos, portugueses y españoles) se presentaron ante Badajoz con la intención de recuperar la ciudad. Los ataques aliados se centraron en San Cristóbal pero no consiguieron ocupar el fuerte y entre los días 14 y 15 de mayo levantaron el sitio aunque el 20 de mayo, tras la batalla de la Albuera (16 de mayo de 1811), lo volvieron a intentar pero fracasaron otra vez.

Los franceses eran conscientes que más pronto que tarde deberían soportar un nuevo sitio y se aplicaron en la reconstrucción y refuerzo de las fortificaciones de Badajoz y en particular del fuerte y sus alrededores pues supusieron que los aliados intentarían apoderarse de San Cristóbal. En primer lugar construyeron una luneta frente al fuerte (luneta Verlè conocida también como luneta Moncoeur, San Juan, de la Pedrera, de la Cantera, Constitución o del Cabezo de la Muerte).

El tercer sitio aliado resultó definitivo y el 7 de abril de 1812 los franceses fueron expulsados de Badajoz pero tras la conquista de la ciudad no se acometieron obras en el fuerte, así mismo, en el siglo XIX se presentaron nuevos proyectos para adaptar el fuerte a las nuevas formas y técnicas de fortificación pero ninguno se materializó, sin embargo, la llegada del ferrocarril a Badajoz obligó a abrir una profunda trinchera entre los cerros de San Cristóbal y San Juan (Luneta) para dar paso a la vía férrea.

Por otro lado los avances de la moderna artillería redujeron el valor del fuerte y por ello se destinó a centro de detención/corrección de oficiales y suboficiales. La configuración del interior del fuerte data de esta fase cuando las nuevas construcciones que se levantaron no tenían función militar sino que estaban vinculadas a la nueva función del fuerte como centro de detención. No obstante, cuando las circunstancias así lo aconsejaban, San Cristóbal retomó, temporalmente, sus funciones defensivas. Así, en 1873, con motivo de la guerra carlista, volvieron a montarse algunas piezas de artillería.

Fotografía aérea de 1950

A principios del siglo XX se levantó un gran pabellón y otras construcciones en el interior pero el fuerte perdió su función como centro de detención aunque el Ejército siguió manteniendo una escuadra que custodiaba unas instalaciones cada vez más degradadas

En marzo de 1973 el Ayuntamiento formalizó la compra del fuerte y el terreno colindante por 800.000 pesetas. El Ayuntamiento proyectó ceder el fuerte al Ministerio de Información y Turismo para construir un Parador Nacional de Turismo pero el 15 de abril de 1977 el Ministerio de Información y Turismo comunicó que no contaba con fondos suficientes para construir el Parador. Desde entonces entró en un proceso de degradación creciente aunque no faltaran las propuestas como la de construir un planetario.

En 2013 el Ayuntamiento acometió su restauración para instalar en él un centro de hostelería y un centro de interpretación. El proyecto ha sido respetuoso con el perímetro exterior del fuerte pero las construcciones interiores han sido monstruosamente deformadas para adaptarlas a los nuevos usos y hoy resultan irreconocibles.

Texto de Julián García Blanco