Torre de Santa María

La Torre de Santa María del Castillo se alza sobre el punto más elevado del Cerro de la Muela y es uno de los monumentos más destacados del Skyline de Badajoz. La torre es el resultado de al menos tres fases constructivas perfectamente imbricadas: La torre primitiva, la sacristía y el caballero.

-La torre primitiva es la parte más antigua e incluye uno de los ábsides y la escalera que recorre el interior de la torre hasta la azotea. María Cruz Villalón cree que la torre es anterior a los ábsides mientras que Fernando Valdés entiende que la torre es una obra realizada por los cristianos (1).

-La sacristía que está adosada a la torre primitiva. Según Juan Solano de Figueroa fue el obispo Fray Juan de Morales (1418-1443) quien “edificó la torre de la sacristia a donde estan sus armas(2)

La sacristía tiene una organización propia e independiente de la torre primitiva pues cuenta con su propia escalinata que arrancaba de la capilla mayor, subía a hasta una gran estancia y continuaba hasta la cubierta de la iglesia. Esta escalinata no tenía comunicación con la escalera de la torre primitiva ni acceso a la terraza.

-El caballero que corona la torre primitiva. En función del escudo que luce deberíamos considerarle obra del obispo Gómez Suárez de Figueroa (1479-1485). En la puerta de acceso al caballero se aprecian restos de dos escudos, muy deteriorados.

Escudo de Gomez Suarez de Figueroa

Escudo del Obispo Fray Juan de MoralesFig. 1.- Escudos de los Obispos Fray Juan de Morales (derecha) y Don Gómez Suárez de Figueroa(3)

 

 

 

 

 

 

 

 

Las vistas de Baldi (1669), José de Gabriel (1803) y de Penny Magazine (9 de octubre de 1837) son las mejores imágenes de la torre. En la vista de José de Gabriel podemos observar que tanto la torre primitiva como la sacristía estaban coronadas con almenas escalonadas (al igual que la torre de la ermita de Santiago) (fig.2). Por el contrario, Baldi no mostraba este elemento y por tanto no sabemos si dicho remate se construyó entre 1669 y 1803 o simplemente Baldi no lo representó (fig.3). Ambas vistas muestran que el caballero remataba con un cuerpo con ventanas, si bien, Baldi solo muestra una ventana y José de Gabriel dos.

Iglesia de Santa María de la See

Fig. 2.-La Iglesia de Santa María del Castillo y su torre vistas desde la cabecera. (vista de José de Gabriel, 1803).

Vista de Badajoz de Pier María Baldi (año 1669)

Fig.3.- Vista de Badajoz de Pier María Baldi (año 1669)

La alcazaba según The Penny Magazine (7 de octubre de 1837)

Fig. 4. La alcazaba según The Penny Magazine (7 de octubre de 1837)

Durante un tiempo la torre fue habilitada como prisión para eclesiásticos. Así, en la Continuación de la Historia de Badajoz se apunta que en 1663 el obispo Fray Jerónimo Rodríguez de Valderas (1662-1668)

“… mandó prender en la torre de Santa María (a un clérigo) e hízole su causa; probó lo que se le acumulaba. El preso escapó de la torre y no pasó más en Badajoz…” (4)

Con la desamortización la torre pasó al Ayuntamiento pero siguió utilizándose como cárcel pues Pascual Madoz señala que en la Alcazaba

“…se hallan habilitadas 3 galerias para presos, la torre y sacristia de la ant. igl. de Sta Maria del Castillo con el mismo objeto, para los reos de gran consideración…” (5)

En abril de 1857 el Capitán General solicitó al Ayuntamiento la Torre de Santa María del Castillo para destinarla a prisión pues el Ayuntamiento sólo ocupaba la planta baja para almacenar la paja de los jergones del Hospital Militar. El Ayuntamiento aceptó la cesión pero la torre seguiría siendo propiedad municipal y las obras realizadas en ella serían por cuenta del ejército (6).

La cesión en uso no significaba la cesión en propiedad de la torre y de hecho en la sesión municipal del 12 de julio de 1858 se informó que el ejército pretendía incluir la Torre de Santa María del Castillo en la ampliación del Hospital Militar(7).

El Ayuntamiento pidió explicaciones y el ingeniero militar respondió que la ampliación no incluía la torre aunque aprovechaba la ocasión para solicitar la cesión para poder concluir la obra del hospital (8).

El Ayuntamiento propuso entonces ceder la torre al Ejército si éste accedía a desmochar la Torre de Espantaperros que por entonces amenazaba ruina. El Ejército no aceptó la propuesta pues estimaba que el coste del derribo era muy alto. Finalmente, el Ayuntamiento acordó el 18 de octubre de 1858 ceder la Torre de Santa María del Castillo, ocupada en ese momento como prisión militar (9).

Una vez pasó al Ejército fue incorporada al nuevo Hospital Militar que en esos años se estaba ampliando. En el curso de esas obras de ampliación se demolió la Iglesia de Santa María del Castillo (10).

Es posible que poco después de las obras de ampliación se construyese el actual coronamiento que luce la torre (cordón de ladrillo y parapeto almenado). En efecto, en la visita que realizaron a Badajoz los hermanos Giner de los Ríos (1888) señalan que la contemplación de las ruinas de la Alcazaba les produjo una triste impresión pero

“…todavía es peor la que produce ver desfigurada por una reciente restauración sin carácter una esbelta torre que sobresale en medio…” (11)

Asimismo, en un informe de 1896 se informa que los ingenieros habían restaurado la torre (12).

NOTAS

1.VALDÉS FERNÁNDEZ, F.: “La mezquita privada de ‘Abd al-Rahman Ibn Marwan al-Yilliqui en la Alcazaba de Badajoz”, CuPRUM 25.2, 1999, pág. 286.

VALDÉS FERNÁNDEZ, F.: “El antiguo hospital militar de Badajoz y su contexto arqueológico”, Revista de la Sociedad Arqueológica de Extremadura, nº 1, Gráficas de la Diputación Provincial, Badajoz, 2001, pág. 109.

CRUZ VILLALÓN, M.: “La mezquita-catedral de Badajoz”, Norba-Arte, XII, (1992), Universidad de Extremadura, 1933, pág. 12

2.SOLANO DE FIGUEROA Y ALTAMIRANO, J.: Historia eclesiástica de la Ciudad y Obispado de Badajoz, Centro de Estudios Extremeños, I-IV,  pp. 186-187.

3.KURTZ SCHAEFER, W.: “Historia de la fábrica”, La Catedral de Badajoz. 1255-2005, Asamblea de Extremadura, Tecnigraf, 2007, pp. 294-295.

4.Historia eclesiástica de la ciudad y obispado de Badajoz continuación de la escrita por D. Juan Solano de Figueroa, Publicaciones de la Caja Rural de Badajoz, Tipografía de Antonio Arqueros, Badajoz, 1945, Vol. I pág. 145.

5.MADOZ, P.: Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar, Vol. III, pág. 246.

6.GÓMEZ-TEJEDOR CÁNOVAS, M.D.: “Algunos datos sobre la torre de la Atalaya”, Revista de Estudios Extremeños, XXVIII-3, Diputación Provincial, Badajoz, 1972, pp. 493-495.

7.CRUZ VILLALÓN, M.: Badajoz, ciudad amurallada, Gabinete de Iniciativas Transfronterizas, Badajoz, 1999, pág. 96.

8.GÓMEZ-TEJEDOR CÁNOVAS, M.D.: “Algunos datos sobre la torre de la Atalaya”, Revista de Estudios Extremeños, XXVIII-3, Diputación Provincial, Badajoz, 1972, pág. 497.

9.GÓMEZ-TEJEDOR CÁNOVAS, M.D.: “Algunos datos sobre la torre de la Atalaya”, Revista de Estudios Extremeños, XXVIII-3, Diputación Provincial, Badajoz, 1972, pág. 500.

10.CRUZ VILLALÓN, M.: “El hospital militar de Badajoz. Siglo XIX” Norba-Arte Universidad de Extremadura, X,  (1990), Cáceres, 1991, pág. 155.

CRUZ VILLALÓN, M.: Badajoz, ciudad amurallada, Gabinete de Iniciativas Transfronterizas, Badajoz, 1999, pp. 96-97.

MELÉNDEZ TEODORO, A.: Apuntes para la Historia Militar de Extremadura, 4 gatos, Indugrafic, Badajoz, Badajoz, 2008, pág. 73.

11.Alminar, núm 50, Institución Cultural Pedro de Valencia, diciembre de 1983, pág. 15; Periódico El Orden, 23 de  julio de 1888.

12.GÓMEZ-TEJEDOR CÁNOVAS, M.D.: “Algunos datos sobre la torre de la Atalaya”, Revista de Estudios Extremeños, XXVIII-3, Diputación Provincial, Badajoz, 1972, pág. 510.

 

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