Guerra de Independencia de Portugal

La Guerra de la Independencia de Portugal será otra etapa clave en la historia de la Alcazaba y de la propia ciudad. En efecto, tras la unión de Portugal y Castilla bajo una misma corona (1580, con Felipe II) las obras en las murallas pasaron a un segundo plano. Por el contrario, la Guerra de la Independencia de Portugal (Guerra de la Secesión, Restauración o Aclamación de Portugal, 1640-1668) obligó a reparar las fortificaciones de Badajoz y construir otras nuevas de trazada abaluartada.

La Alcazaba no fue ajena a estos o cambios y a mediados del siglo XVII, en el contexto de la guerra, se abrió una nueva puerta de acceso directo y suficientemente amplia para permitir la entrada en la Alcazaba de carros y artillería. La nueva puerta se abrió junto a la vieja puerta de Yelves. Primero se denominó Puerta de la Consolación y después Puerta de Carros.

Por otro lado, y para segurar el recinto de la Alcazaba, solo se mantuvieron abiertas y en uso las puertas del Capitel, Carros y portillo situado junto a la puerta del Alpéndiz. El resto de las puertas y portillos se tapiaron. En las entradas que se mantuvieron en uso se construyeron puestos de guardia.

Para defender Puerta del Alpéndiz y flanquear el frente del Rivillas y San Cristóbal se construyó delante una media luna según un proyecto inicial de Gaspar Torralto (31 de enero de 1641). Pese a todo, en 1652 los portugueses intentaron tomar Badajoz valiéndose de los servicios de dos traidores que habían proyectado entregar la plaza por la Puerta del Alpéndiz que pasó a ser conocido como la Puerta de la Traición.

Durante esta guerra, la Alcazaba se configuró como un espacio esencialmente militar y algunas de las casas fuertes y palacetes, abandonados en esos momentos, se habilitaron como cuarteles, depósitos de armas y polvorines. El complejo militar más importante se estableció en torno a la actual plaza  José  Sáenz de Buruaga.

También se establecieron varias baterías. Las más importantes se emplazaban en la Torre del Pendón (torre del ángulo N.W de la Alcazaba), Santiago o de las Lágrimas (situada junto a la ermita del mismo nombre y hoy bajo el basamento de la cruz) y Juego de la Condesa (junto a la Puerta del Alpéndiz).

Batería de la Torre del Pendón. Imagen obtenida de la musealización de la Alcazaba.

Batería de la Torre del Pendón en la actualidad

El único edifico de cierta entidad de uso no militar que permaneció en uso fue el palacio episcopal. Su permanencia en la Alcazaba tampoco se prolongará mucho tiempo pues en 1689 los obispos trasladaron su residencia al nuevo palacio que se levantaba en la actual calle del Obispo. Una vez desalojado el viejo palacio episcopal de la Alcazaba se habilitó como Hospital Militar ⁽¹⁸⁾.

Baterías de la alcazaba contra San Cristóbal. Imagen obtenida de la musealización de la Alcazaba.